Vivienda UnifamiliarMijas 056

Málaga (Andalucía)

La primera petición

A veces ocurre que el cliente nos sorprende con sus expectativas. ¡Queremos una casa cómoda!, Nos dijeron en su primera visita. ¡Qué alegría! Pensé yo.

Y es que, en un mundo en que la imagen implora (sin responder a nada, por desgracia): las redes sociales, la televisión, las pantallas, las campañas de marketing… en resumidas cuentas, la tiranía de la imagen… peticiones tan sencillas cómo podría ser esta, nos alegran el alma.

Queremos una casa cómoda, repetían. Hemos vivido en diferentes pisos de alquiler y tenemos claro cómo queremos vivir.

Y nos les faltaba razón. Es en la casa, donde cada persona encuentra su refugio del estrés diario, dónde las penas se liberan, donde se consulta con la almohada, donde posos de los objetivos cumplidos se asientan y se reflexionan.

Es por ello que el proyecto tomó sentido, y empezamos a trabajar transformándonos en psicólogos amateur que buscaban la esencia de la vida de aquella pareja. Preguntas, preguntas, preguntas… Por que no hay que olvidar que no hay dos vidas iguales.

La comodidad cómo «Concepto» la subdividimos en varios apartados: Funcionalidad práctica, seguridad, descanso, conexión natural, orden, adaptabilidad, iluminación y eficiencia como detallamos en el artículo «la casa cómoda» de nuestro blog.

Formalización

Una vez sentadas las bases de lo que sería su vivienda, empezamos a trabajar en su formalización. Querían una casa sencilla y amplia. Los colores claros y las líneas rectas se abrieron paso. Los colores blancos producen la sensación de amplitud, enfatizan las sombras, producen mayor reflexión de la luz natural y enfatiza otros materiales nobles. Las líneas rectas facilitan la instalación de mobiliario y ordenan nuestra vida.

La estética no era una imposición, si no el resultado de la búsqueda de esa sencillez y comodidad buscada.